Los daños causados por bombardeos a la represa de Kajovka, son irreparables


Kiev, Rusia, 7 Jun (Agencia Informativa de México).- Las 16 compuertas de esclusa, el edificio de la central hidroeléctrica, la represa entre el edificio de la central y la esclusa fueron dañados. “La planta hidráulica no podrá ser restaurada”, así lo aseguró Ihor Syrota, director de la sociedad anónima Ukrhydroenergo, dueña de la instalación, en entrevista con el diario alemán Deutsche Welle (DW).
Y es que la enorme presa de Nova Kajovka, que se ubica en la región de Jersón, ha sido destruida y el presidente de Ucrania, Volodimir Zelensky culpa a Moscú, mientras que las autoridades que se impusieron en la zona por Rusia culpan a un bombardeo ucraniano.
Pero, lo cierto es que la destrucción de dicha presa ha provocado que decenas de localidades ucranianas y la ciudad de Jersón queden inundadas por el río Dniéper. Las autoridades locales informaron, este miércoles, que hasta el momento se han evacuado a cerca de mil 300 personas.
Cabe recordarque, desde el primer día de la invasión rusa en Ucrania, es decir el 24 de febrero de 2022, la planta hidroeléctrica de Kajovka fue tomada por el Kremlin e impusieron autoridades rusas.
Las versiones encontradas de la destrucción señalan, por un lado, que, de acuerdo con los servicios de inteligencia ucraniano, se asegura que, en octubre de 2022, el Ejército ruso minó por completa la represa, en tanto los militares rusos aseguran que fueron bombardeos ucranianos los que dañaron parcialmente la central hidroeléctrica.
Volodimir Zelensky, en su mensaje de este día, aseguró que hoy, los ocupantes rusos han cometido el mayor crimen de ecocidio en la tierra ucraniana, “no sólo durante esta guerra, sino en décadas” y la destrucción de Kakhovka es uno de los más grandes de Ucrania.
“Contiene 18 mil millones de metros cúbicos de agua. Todas las estructuras de la central hidroeléctrica Kakhovka y su presa estaban ubicadas en el territorio ocupado. Bajo el control total de los ocupantes rusos. El otoño pasado, tuvimos información de que los ocupantes habían minado la represa de la central hidroeléctrica Kakhovka. Lo hicieron intencionalmente”, sostuvo.
Y aseguró que la intención que hay detrás de este ataque es “para chantajear al mundo” y que al volar la represa usara la inundación como arma y explicó que el embalse de Kakhovka proporcionó agua potable a una gran parte de Ucrania: ciudades y pueblos con cientos de miles de personas.
“También suministró agua a los agricultores para la producción agrícola en el sur y el centro de Ucrania. Además, la destrucción de la presa y el embalse es un golpe provocado por el hombre en el medio ambiente, después del cual la naturaleza tendrá que recuperarse durante décadas”, lamentó.
Informó que se está realizando la evacuación de personas del área inundada y que casi ochenta asentamientos están bajo amenaza, “se formó una mancha de petróleo de al menos 150 toneladas y fue llevada por la corriente al Mar Negro”, y aún no han podido anticipar cuánto de los productos químicos, fertilizantes y productos derivados del petróleo almacenados en las áreas inundadas terminará en los ríos y el mar.
“Varias cosas están claras. Primero, tal crimen de ecocidio no podría haber ocurrido simplemente bombardeando la represa. Para destruirlo, las fuerzas rusas tuvieron que actuar deliberadamente: minar, explotar, destruir. En segundo lugar, ningún país del mundo debe quedarse solo frente a tal terror, ¡y estoy agradecido con todos los que están ayudando a Ucrania!”.
“En tercer lugar, necesitamos una respuesta global inmediata y máxima al terror ruso. Desde el Consejo de Seguridad de la ONU hasta todas las instituciones internacionales. Cada estado, cada líder. Los terroristas rusos deben abandonar todo nuestro territorio, cada metro del cual están tratando de usar para el mal y los desastres”.

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