La ONU intenta recaudar fondos para paliar la catástrofe en Yemen

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Nueva York, NY, 2 Jun (Agencia Informativa de México).- La Organización de las Naciones Unidas (ONU), busca reunir cerca de dos mil 400 millones de dólares para paliar la tragedia humanitaria, en especial la que están viviendo los niños en Yemen.

Las agencias de socorro estiman que hacen faltan dos mil 410 millones de dólares para cubrir las necesidades esenciales de los yemenitas hasta fin de año. Esto incluye los programas de combate a la pandemia del Covid-19.

La propuesta la realizó el secretario general de la ONU, António Guterres, quien señaló que la ONU y Arabia Saudita reunirán la cantidad para ayudar a esta nación que no solamente está sufriendo los efectos de la pandemia del Covid-19, sino otros males entre los que destaca la hambruna.

“Cuatro de cada cinco personas en Yemen, es decir 24 millones, necesitan asistencia para sobrevivir en la que sigue siendo la mayor crisis humanitaria del mundo”, explicó el Secretario General de la ONU, en una conferencia virtual de donantes para el país árabe.

Al término del evento, la comunidad internacional de donantes se comprometió a aportar mil 350 millones de dólares para ayudar a paliar la tragedia humanitaria de una nación en la que dos millones de niños sufren desnutrición aguda.

La ONU entrega ayuda humanitaria a más de 10 millones de personas cada mes, pero 30 de sus 41 programas tendrán que cerrar en las próximas semanas si no se recaudan fondos.

Desde el principio de este año, unas 80 mil personas se vieron forzadas a abandonar sus hogares para aumentar la cuenta de desplazados a casi cuatro millones, el cólera continúa amenazando vidas con 110 mil infectados en lo que va de este año, sumado a esto las recientes inundaciones han elevado el riesgo de malaria y dengue.

Además, desde 2015, Yemen se enfrascó en un conflicto armado entre una coalición liderada por Arabia Saudita que respalda al gobierno reconocido internacionalmente y que tiene base en el sur del país, y el movimiento houthi, llamado Ansar Allah, con bastiones en el norte y con el control de la capital del país, Sana´a.

Fue el 10 de abril, cuando Yemen reportó el primer caso confirmado de Covid-19, una nueva calamidad para una población de por sí debilitada por la guerra y con un sistema de salud a un paso del derrumbe.

Por lo que señaló el secretario general de la ONU, “frenar el Covid-19 además de atender la emergencia humanitaria requiere una acción urgente, no hay tiempo que perder”.

Las informaciones, dijo António Guterres, sobre la infección de coronavirus, indican que la tasa de mortalidad en Aden, el principal puerto del país, es una de las más altas del mundo, “y eso es sólo una señal de lo que viene si no actuamos ahora”.

Subrayó que aún las medidas de salud más simples son complicadas en un país donde el 50 por ciento de la población carece de agua limpia para lavarse las manos, además de que las instalaciones sanitarias no funcionan

“Hay escasez de material para testeo, oxígeno, ambulancias y equipo de protección; los trabajadores de salud han sido muy afectados por el virus; y no hay un suministro suficiente de electricidad para los hospitales”, resaltó.

Por su parte, Mark Lowcock, coordinador humanitario de la ONU, en la misma video-conferencia,, apuntó que tras cinco años de colapso económico, destrucción de infraestructura, hambre, enfermedad y desplazamiento, el Covid-19 es la más reciente embestida a un país devastado por la guerra.

“La situación en Yemen es catastrófica. Los hospitales rechazan a la gente porque ya están llenos o no tienen lo necesario para tratar el virus. Eso es lo que más de cinco años de guerra han hecho a Yemen. El sistema de salud ha colapsado”, dijo Mark Lowcock.

Explicó que el coronavirus se propaga velozmente, con datos que apuntan a una tasa mucho más alta de enfermedad grave y muerte que en muchos otros países, además que el hacinamiento y las instalaciones médicas sin suministros dejan a la gente sin protección.

Sin embargo, el mundo le ofrece menos ayuda que el año pasado, lamentó el titular de la Oficina para Asuntos Humanitarios.

AIMX/FJ/RLM

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