Guanajuato, Gto 29 May (Agencia Informativa de México).- La paz se construye y a la delincuencia se le combate, así lo aseguró la senadora Alejandra Reinoso, a la Agencia Informativa de México(AIMEX), para dar a conocer su proyecto de Embajadas por la Paz, que realiza en Guanajuato.
La senadora de la fracción del Partido Acción Nacional por Guanajuato, Alejandra Reynoso, está trabajando de la mano con la sociedad civil y organismos intermedios, a través de talleres generadores de paz positiva, en esta Embajadas de la Paz.
Relató que tras realizar una encuesta en Guanajuato, de puerta en puerta, donde solicitaba la opinión sobre el tema de seguridad, donde, como en muchas encuestas les revela que la seguridad es una de las grandes preocupaciones, pero al momento de preguntar sobre quien es responsable de la misma, se encontró que una parte importante de esta le reveló la aceptación de una corresponsabilidad ciudadana en el tema de la violencia
Es por eso, que la legisladora comenzó a diseñar la estrategia de que la paz se construye, desde lo local. Logró que el Gobierno de Guanajuato, a través del Instituto estatal para la Capacitación, reconociera con el distintivo de Embajadas de la Paz a las instituciones y empresas que abren sus espacios a desarrollar herramientas para la paz.
“Es momento”, aseguró, “de la sociedad para recuperar esa paz anhelada, porque este no es un asunto de gobiernos, si no de un trabajo en conjunto que debe comenzar de inmediato. Que el gobierno combata la delincuencia, pero la sociedad construya la paz”.
Alejandra conocida como La Wera Reynoso, señaló que el panorama actual no es nada alentador y que lo que se esta viendo es “un país en llamas, confrontado,” donde se ha fortalecido la delincuencia organizada, pero que el actual gobierno de Andrés Manuel López Obrador “no se tiene una estrategia para poder combatirla” ya que desde el principio “no se vio la disposición para combatir al crimen organizado”.
“Con la inseguridad que se vive en todo el territorio, no podemos decir que hay una zona libre. Vemos como se provoca la perdida de paz en la población. Cada vez que nos dan un informe de seguridad, solamente vemos si subieron o bajaron, pareciera más la preocupación de estar buscando culpables o responsables y no asumiendo responsabilidades para coordinar una estrategia en todos los niveles de gobierno”, acotó.
Aseguró que el principal problema en México, es que cada seis años se quiere reinventar la historia, en lugar de ir fortaleciendo, y apuntó que, a diferencia, del lado de la delincuencia no trabaja por sexenios, ni por trienios, “ellos operan de manera permanente” y ante la falta de estrategia la delincuencia avanza, y con políticas de “abrazos no balazos”, no se puede avanzar en este tema.
“Primero existió una Agencia de Investigación, la Policía Federal y luego la Secretaría de Seguridad, desaparece ésta, y se concentra en la Secretaría de Gobernación y luego desaparece eso y se crea la Secretaría de Seguridad Ciudadana, se crea la Guardia Nacional, es decir, ninguna institución policiaca, de cualquier nivel de gobierno, se puede crear ni en tres ni en seis años, por el propio proceso que lleva, desde el reclutamiento, la capacitación, la certificación”, explicó.
Sin embargo, señaló la legisladora en entrevista para AIMEX, ante este panorama debemos “cambiar el chip” y afirmó que la inseguridad se combate y la paz se construye y es que “estamos concentrados en combatir, pero no en construir, y se tienen que hacer las dos cosas, pero nos olvidamos de la construcción de la paz y la paz se pierde cuando hay conflicto”.
“Debemos entender que la construcción de paz no es desde el gobierno, es desde la sociedad. La violencia la vemos en los adolescentes, la vemos al interior de las aulas, los conflictos, estamos en una sociedad violentada, pero también con una sociedad violenta y eso es independiente de la delincuencia organizada”, subrayó.
Aseguró que, como legisladora, su agenda está concentrada en trabajar por la familia y cómo fortalecerla, porque es ahí donde se construye la educación, los valores, y desde ahí es donde se construye la paz.
“Cuando hablamos del tejido social, hay que reconocer que está roto y que hay que reconstruirlo, pero la pregunta es cómo y dónde empezamos, entonces las Embajadas de Paz se trata justo de cómo formar conciencia, cómo ayudar con capacitación en habilidades que construyan la paz, en cómo recuperar la capacidad de diálogo, de negociación o para ponernos de acuerdo para la resolución de conflictos”, apuntó.
“Cómo recuperar la capacidad de ser comunidad, de convivir entre personas al interior de los hogares, pero también con los vecinos. La paz no se construye de lo global a lo local, sino de lo personal a lo colectivo. Las Embajadas por la Paz, se diseñaron a raíz de escuchar y avaluar lo que piensa, lo que siente, lo que opina la sociedad guanajuatense, es como se diseñaron para poder construir esa paz desde la sociedad”.
Esto en cuanto a la sociedad se refiere, una segunda estrategia es acudir a las empresas, donde se les otorgamos el distintivo de Empresa Constructora o Embajada de Paz y esta certificación laboral, la otorga el Instituto Estatal para la Capacitación del estado a instituciones que cumpla determinados lineamientos que tienen que ver con los derechos laborales, la seguridad de las personas, del entorno laboral.
Además, también trabajas con las iglesias, porque desde esas comunidades también se puede intervenir formando a la sociedad en paz positiva, además de asociaciones y fundaciones, “lo que queremos lograr, es que en Guanajuato se realicen 10 mil acciones por la paz, para el 21 de septiembre, que es el Día Internacional de la Paz”.
“Estamos realizando foros municipales, donde nos acompaña el Instituto para la Economía y la Paz, que es la representación en México de esta institución internacional no gubernamental que mide la paz en el mundo. Así es que, tenemos que tener un nado sincronizado, porque hay muchos esfuerzos. La Iglesia, asociaciones civiles, los scouts, están haciendo esfuerzos para construir paz, entonces es cómo logramos la sinergia con un nado sincronizado que nos ayude a alcanzar la meta”, puntualizó.
Resaltó que, reconoce que la paz no se construye en un mes, en dos meses o en un año, la paz positiva, se necesita a corto plazo, de 1 a 5 años; mediano plazo de 5 a 10 años y un largo plazo de 10 a 20 años.
“Sí, va a tardar, así como se ha quebrado y se ha ido desarticulando el tejido social, que fue gradual, de esa misma forma tenemos que construirlo: con mucha paciencia, pero también con la esperanza y la perseverancia para alcanzar la meta”, admitió.