Caracas, Ven., 13 Jun (Agencia Informativa de México).- Ante la situación “actual de la realidad de Venezuela”, agravada por la situación de pandemia debido al Covid-19, el Episcopado de ese país solicitó al Gobierno de Nicolás Maduro aceptar la ayuda internacional que le han ofrecido y que ha rechazado.
“Hay que concertar para que la ayuda ofrecida por organismos internacionales llegue con el consentimiento y aval de las partes: gobierno, oposición, sociedad civil. Hay ofertas concretas para dotar a un número significativo de hospitales de equipo e insumos necesarios para atender a quien lo necesite”, señaló Monseñor José Trinidad Fernández, Obispo Auxiliar de Caracas.
Este fin de semana la Conferencia Episcopal de Venezuela, presentó la Exhortación Pastoral de la CXIV Asamblea Ordinaria Plenaria del Episcopado Venezolano, donde se reflexionó sobre “las graves circunstancias que vivimos”.
Resaltó que el recibir la ayuda no se favorece al gobierno ni a la posición claudica. “La calidad de vida, la supervivencia de la gente está por encima de cualquier otra connotación. Esto es prioritario porque nuestra gente se está muriendo y se está desesperando cada día más”.
El también secretario General de la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV), señaló que en el documento se plasma la valentía de la Iglesia en Venezuela que asume su misión de defender al pueblo en medio de las circunstancias “especialmente al pobre y necesitado, dando motivaciones racionales y de fe, que convenzan y den esperanza a todos”.
Explicó que Venezuela vive inmerso en un caos generalizado presente en todos los niveles de la vida social y personal, donde los servicios públicos básicos muchas veces son inexistentes, la acción política divorciada del bien común y del desarrollo, la inseguridad e indefinición, vida familiar vulnerada en su capacidad de gestionar y satisfacer sus necesidades, economía inflacionaria y dolarizada, golpeando a casi toda la población, educación paralizada en su gestión con el deterioro de la calidad de ese servicio.
“La pandemia del Covid-19 se ha ido extendiendo de manera exponencial en los distintos estados, hasta alcanzar, en el momento actual, varios miles de contagios y decenas de personas fallecidas. Esta pandemia ha sido, al mismo tiempo, un elemento paralizante de una parte sustancial de las actividades ordinarias y ha puesto de manifiesto la crisis ya presente”, subrayó.
Además, dijo, la situación agravada notablemente por la debilidad del sistema de salud, “la triste situación vivida de los emigrantes que vuelven al país, sin recursos ni expectativas seguras de vida, así como la escasez de gasolina y otros insumos necesarios”.
Aseguró que ha aumentado alarmantemente el empobrecimiento de amplios sectores de la población, que sufren los riesgos del hambre y del desempleo. “Cada día el pueblo se siente más desprotegido, sin estado de derecho ni instituciones que den respuestas justas a las violaciones de los Derechos Humanos”.
“No podemos quedarnos de brazos cruzados. El gobierno, los partidos, la sociedad civil en sus diversas manifestaciones deben tener propuestas que pongan en primer lugar la vida y calidad de toda la población, comenzando por los más vulnerables”, puntualizó el jerarca.
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